Grimorianos

7 de diciembre de 2010

Magia: Cuarta parte

Hay muchos modos de practicar magia. Los Wiccanos generalmente escogen formas simples y naturales, a pesar que algunos prefieran ceremoniales elaborados, prestados de clásicos como Key of Solomon ("Llave de Salomon", ver Bibliografía). Normalmente, sin embargo, envuelven hierbas, cristales y piedras; la utilización de símbolos y colores; gestos mágicos, música, voz, danza y trance; proyección astral, meditación, concentración y visualización.

Hay, literalmente, miles de sistemas de magia, aún entre los propios Wiccanos. Por ejemplo, existen incontables modos mágicos de trabajar con cristales, hierbas o símbolos, y combinándolos se crean aún más sistemas.

Fueron publicados muchos y muchos libros sobre sistemas de magia, algunos de ellos listados en la Bibliografía. En mis libros, ya discutí los poderes de los elementos, de los cristales y de las hierbas. En esta obra, el tema de la magia de las runas es explorado como un ejemplo de un sistema mágico en sí sólo, con pistas de cómo combinarlos con otros sistemas.

Tales sistemas no son necesarios para la práctica bien sucedida de magia. Practicar magia con la mera manipulación de instrumentos como piedras y cristales es ineficaz, pues el verdadero poder de la magia está dentro de nosotros mismos - el don del Divino.

Por lo tanto, no importa cual sea el sistema de magia, debemos infundir el poder personal a la necesidad, y enseguida liberarlo. En la magia Wiccana, el poder personal es reconocido como una conexión directa con La Diosa y con El Dios. La Magia, por lo tanto, es un acto religioso con el cual los Wiccanos se unen a sus deidades para mejorarse a sí mismos y a su mundo.

Es relevante decir - la magia es una práctica positiva. Los Wiccanos no practican magia destructiva, manipulativa o exploratoria. Una vez que reconocen que el poder activo en la magia es, en su esencia, proveniente de la Diosa y del Dios, prácticas negativas constituyen un verdadero tabú. Magia "maléfica" es un insulto a sí mismo, a la raza humana, a la Tierra, a la Diosa y al Dios, y al propio universo. Las consecuencias pueden ser inimaginadas.

La energía de la magia es la propia energía de la vida. Cualquiera puede practicar magia - dentro de un contexto religioso o no. Si ciertas palabras o gestos surgen en su mente durante un encantamiento y parecen adecuados, úselos. Si no encuentra un ritual que le agrade o que sea apropiado para sus necesidades, cree uno. No es necesario escribir bellas poesías o crear coreografías para treinta bailarines portando incienso y trece sacerdotisas cantantes.

Por lo menos, encienda una vela, acomódese delante de ella y concéntrese en su necesidad mágica. Confíe en sí mismo. Si realmente desear conocer la naturaleza de la magia, practíquela! Muchos temen a la magia. Aprendieron (con no practicantes) que ella es peligrosa. No tema. Atravesar la calle también es peligroso. Pero, si se hace del modo correcto, todo bien.

Ciertamente, el único medio de descubrir eso es atravesando la calle. Si su magia posee amor, no correrá ningún riesgo.

Llame por la Diosa y por el Dios para protegerlo y enséñele los poderes - y présteles atención. Lea cuánto pueda, descartando informaciones negativas o perturbadoras. Aprenda por la práctica, y la Diosa y el Dios lo bendecirán con todo aquello de que realmente necesita.

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