El culto a la Gran Madre no se trata solamente de creer o no creer,sino de vivir y experimentar. Es a través del conocimiento como se puede aspirar a la comprensión de su naturaleza: si te acercas a ella, te acoge y te cubre con su manto sagrado. Si intentas verla, verás su luz tan semejante al calor de una estrella, ella ilumina la mirada, como se iluminan nuestros ojos al despertar una mañana de primavera.
La Gram Madre ha sido ocultada para mantener un "orden" distinto al orden universal, pero siempre se ha manifestado, aunque no siempre se le ha dado su lugar.
La historia nos muestra de ella muchos rostros, pero para los magos de hoy, no posee imagen ni nombre que la represente, pues ella, junto al Señor, son TODO.
¨Para quien al cerrar los ojos puede ver, se mirara a si mismo y la mirará a ella, según sus experiencias y conocimientos anteriores, es así como un católico puede ver una Vírgen, y un egipcio del pasado pudo ver una Isis, ambas son y serán la Gran Madre, como muchas otras de sus manifestaciones, porque según su poder, no es privativo, sino lo que limita es nuestra mente y los prejuicios acumulados por años, intentanto hacer encajar a la fuerza Divina en moldes que sirvan de aliciente a nuestra incredulidad.
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