El 23 de
septiembre a las a las 9:04 inicia oficialmente el otoño en el hemisferio norte
con el equinoccio autumnal; por un momento la luz y la oscuridad se neutralizan
aboliendo fugazmente la dualidad.
Este es un
momento que los wiccanos y algunos neopaganos llaman Mabon, y corresponde a una
de las 8 festividades incluidas dentro de la Rueda del Año, una época en la que
el Dios se está preparando para morir en Samahin y regresar al vientre de la
Gran Madre y preparar así su renacimiento, conservando de este modo un ciclo
infinito.
El equinoccio también simboliza el
punto de equilibrio entre la luz y la oscuridad —los hermanos, deidades de la
noche y el día: Set y Osiris, Tezcatlipoca y Queztalcóatl fundiéndose por un
momento en una unidad solar.
En casi todo el mundo, salvo en los polos, el 23
de septiembre el día durará casi exactamente igual que la noche (este es el
significado de la palabra equinoccio: aequs nox: noche igual), aunque en realidad esta es una
aproximación, ya que el día no durará exactamente 12 horas (lo que se conoce
como equilux) en todas partes.
Es un momento muy especial, que nos invita a
quitarnos todas las cargas inútiles que llevamos encima, a soltar problemas,
todo lo viejo. Hay que recordar que para renacer hay que morir.
Meditación, paz y conciencia en este Sabbat.
Feliz Mabon!
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